Por Domingo Antonio Aravena...
Por Domingo Antonio Aravena...
Imagen: Autor desconocido...
Por Salvador Neftalí Cáceres...
Por David Alejandro La Mura...
Por Jaime A. Torres Guerrero...
Por Marlene Patricia Civilo...
Por Daniel Fredes Castro...
Por Paola Font Flores Llegué...
Imagen: Huellas.cl (fuente)...
Por María Cruces Me llamo...
Por Walter William Reed...
Imagen extraída de El...
Imagen: Salvador y "Taty"...
Por Valeria Regina Arancibia...
Por Juan Carlos Castro...
Ser de la Unidad Popular en la población era de lo más natural, por primera vez los humildes, los
trabajadores y las familias enteras nos sentíamos parte de algo y empezamos a ser importantes y a
creernos que podíamos decidir nuestro destino.
Sentía mucha afinidad con los cabros militantes de la UP, que organizaban con alegría sus actividades en la población, abundaba un aire de colaboración, apoyo e integración: yo con mis dificultades para desplazarme, siempre tuve unos brazos amigos que me integraban a esa alegría.
Una vez que la leche caliente era servida a cada uno de los hermanos, la suave capa de nata se formaba en la superficie del tazón de plástico y, de pronto, la sonrisa se reflejaba en los bigotes blancos que la espuma hacía aparecer sobre los labios, cada cual con una expresión diferente en la cara haciendo morisquetas, el medio litro de leche venía como aporte alimenticio para cada uno y esas alegrías eran esperanzas de crecer fuertes, saludables y con muchas ganas de estudiar.