Golpe
Ser de la Unidad Popular en la población era de lo más natural, por primera vez los humildes, los
trabajadores y las familias enteras nos sentíamos parte de algo y empezamos a ser importantes y a
creernos que podíamos decidir nuestro destino.
Sentía mucha afinidad con los cabros militantes de la UP, que organizaban con alegría sus actividades en la población, abundaba un aire de colaboración, apoyo e integración: yo con mis dificultades para desplazarme, siempre tuve unos brazos amigos que me integraban a esa alegría.
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