VER MENU DESPLEGABLE: TEMAS 50 AÑOS DEL GOLPE

A pesar del crimen, la desaparición forzada de personas, el terrorismo, las bandas criminales al alero del Estado, Chilenos y chilenas, jóvenes y ancianos, obreros y profesionales, se enfrentaron al gran criminal y sus secuaces.
Historias de Dignidad

En defensa de La Moneda ANTONIO AGUIRRE VASQUEZ

SE LLAMABA ANTONIO AGUIRRE VASQUEZ, NACIÓ EN CURANILAHUE EL 13 DE JUNIO DE 1944, ERA MIEMBRO DE LAS JUVENTUDES SOCIALISTAS, TENÍA 29 AÑOS.

Este joven o de origen mapuche resulto herido y fue secuestrado desde la posta central. Antecedente aportado por el General Javier Palacios.

Antonio Aguirre Vásquez, soltero, militante socialista,  se encontraba en La Moneda, el día 11 de septiembre de 1973, cuando se produjo el Golpe Militar, quedando con heridas a bala múltiples, razón por la cual fue trasladado a la Posta Central de la Asistencia Pública, donde permaneció hasta el 2 de octubre, fecha en que una patrulla militar lo detuvo y trasladó a un lugar desconocido, desapareciendo desde entonces.

 Antonio Aguirre trabajaba como ayudante mueblista, actividad que dejó para incorporarse a la Guardia Presidencial, más conocida por el calificativo dado por la prensa de la época de GAP, «Grupo de amigos personales», aludiendo a una expresión del propio Presidente de la República.
Una foto icónica, que recorrió el mundo. Un joven humilde, que dio su vida defendiendo al Gobierno Popular.

"Yo juré defender mi patria" Carabinero Guillermo Schmidt

Guillermo Schmidt: El carabinero torturado y asesinado por sus compañeros de comisaría por no sumarse al golpe de Estado.
En la mañana del 12 de septiembre, Guillermo, Carabinero y militante del MIR, llegó hasta la Cuarta Comisaría de Antofagasta.
Una vez en el recinto le fue quitada su arma de servicio y fue trasladado por sus compañeros de la comisaría hasta la oficina del subcomisario del cuartel policial, el capitán José Héctor Dávila, mientras recibía gritos de «¡Comunista!».

A las 12:25, el carabinero es llevado hasta el calabozo, en donde además se encontraban otros tres obreros reducidos.

En ese momento, según los testimonios, el capitán Dávila le dice a Guillermo: «Ya hueón, si los matai, te damos la oportunidad de vivir hueón, vai’ a estar preso pero vai’ a vivir y si no, te matamos a vos».

Fue ahí cuando Guillermo se negó a la incitación al crimen respondiendo «No hueón, yo no mato trabajadores».

Sus compañeros uniformados lo rodearon e insistieron que cometiera el asesinato, apuntándolo a él con sus armas:

«Yo juré defender mi patria y respeto a la Constitución de Chile, soy un Carabinero y estoy por defender a la patria y para recibir órdenes del presidente de la República, y no de un hueón que rompe el juramento, no te voy a hacer caso a vos conchetumadre», replicó al mismo tiempo que saca el arma de su vecino, que había permanecido escondida y dispara a Dávila y Osvaldo Muñoz, los carabineros que le incitaban a acribillar a los obreros detenidos. El sitio Memoria Viva señala que estos «Caen muertos de inmediato y comienza la balacera. Guillermo cae herido, le dan un golpe que le rompe la cabeza dejándolo sangrando. Su cuñado, sin piedad, le dispara en los pies, dejándolo inmóvil. Arrastrándose, el carabinero intenta avanzar al cuarto de armas, pero cae desmayado».

En el lugar es torturado sin piedad para saber quién más pertenecía a la célula del MIR en Carabineros en Antofagasta, pero Guillermo no delató a nadie y murió producto de las brutales sesiones de torturas el 12 de septiembre de 1973.

Antes de morir, se le concedió a Guillermo escribirle una carta a su madre con la cual mantenía una estrecha y amorosa relación. Ella conservó el escrito y este dice así:

«10:20 12-9-73
Mamá cuida mucho a tus nietos, no te olvides nunca de mí, a pesar de que he muerto tan joven. Júntate por favor con papá, que después de esta vida no hay otra. Dale un beso al Eric, mi hermano querido.
Te quiere Willy».

Jóvenes estudiantes UTE (Usach), mediados de los 80s

La resistencia no solo fue tomar un arma y enfrentarse a un militar.

Resistir fue crecer en dictadura, sin tener miedo al “cuco” pero sí a que la DINA golpeara la puerta de la casa.

Resistir fue lo que hicieron miles de estudiantes secundarios y universitarios, muchos de ellos eran solo párvulos en el 73, que pasaron de la infancia a la adolescencia y juventud, de manera acelerada, viviendo entre el espanto y la solidaridad, respeto y cariño que implicaba ser compañeras y compañeros.

Muchos de ellos, a su corta edad edad resistieron la tortura, otros siendo niños participaron en huelgas de hambre porque sus padres habían desaparecido, otros lloraron el asesinato del compañero de banco del liceo.

Resistir fue estar en la barricadas para que la represión no entrara en las poblaciones, fue organizar marchas en los liceos, salir a rayados en las noches desafiando los estados de sitio y el toque de queda.

Esa generación de jóvenes idealistas, honestos, generosos y entregados, que no conocíamos otra cosa que la dictadura y soñábamos con una cosa llamada democracia que nos era ajena y desconocida.

A 50 años del golpe, nuestra victoria es lograr caminar con la frente en alto, con la palabra decencia escrita en nuestra frente, con nuestro principios intactos y sabiendo que más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas.

 

Olla común, dignidad y resistencia.

Donde comen dos, también comen tres y donde comen tres también comen cuatro.

La solidaridad y organización de pobladoras y pobladores para enfrentar el hambre y poder alimentar a sus niñas y niños.

Las ollas comunes proliferaron en las poblaciones durante la dictadura. Estas organizaciones también son una forma de resistir, esas mismas ollas donde se cocinaron los porotos para los chiquillos son las mismas que después se golpeaban en los caceroleos bajo el grito de “ y va a caer”.

La dignidad es mujer.

Resistir el dolor de la incertidumbre y la angustia, fue lo que hicieron, con una de las más dignas muestras de valentía, muchas mujeres, que ya en los primero años de la dictadura salieron con carteles de los rostros de sus familiares a la calle.

Golpeando las puertas de los tribunales una y otra vez, a pesar de la desidia y negativas del poder judicial de este país. No importó, siguieron incansables buscando verdad y justicia.

Eso fue lo que hicieron y hacen las personas de la Agrupación de familiares de detenidos desaparecido, encabezada desde siempre por  Ana González de RecabarrenSola SierraMireya García y Viviana Díaz, mujeres valientes, aguerridas y generosas.

Quizá los leen estas palabras no logran dimensionar el horror que significó que, durante la dictadura, de ver como bestias entraban a tu casa y se llevaban a tus hijos o pareja y luego pasar la vida entera buscando, buscando y buscando, sin saber que les pasó, que les hicieron, como pasaron cada día y cada noche. Incertidumbre y angustia que quema el corazón.

Testimonios Obreros: La Resistencia

A partir de entrevistas audiovisuales a ex obreros/as y dirigentes sindicales, se recogen las experiencias de movilización social y política de los trabajadores en lo que fue el triunfo y desarrollo de la Unidad Popular (1970 – 1973). Trabajo de memoria que desde los testimonios de los/as protagonistas aporta a la comprensión de la identidades sociales y políticas anteriores el golpe de estado

CALLE SANTA FE. MIGUEL MUERE EN COMBATE CONTRA LAS BESTIAS

Ese día 5 de octubre tengo recuerdos fragmentados. Es el día de la muerte de Miguel Enríquez en combate y la ruptura de mi vida como mujer libre. Yo digo, ahí muere una mujer libre, y lo que va a venir después es una larga reconstrucción a partir de la hecatombe. ¿Y qué sucedió entre la 1 menos cinco y las tres de la tarde? Ese hecho no es el tema de mi película, no es la visión policial de ese día, no es la biografía de Miguel Enríquez ni es la historia del MIR, es mi historia personal que traspasa 30 años interrogándose sobre todo aquello, y encarnándose en voces colectivas.

Actores secundarios, jóvenes idealistas, honestos y jugados.

Usando como punto de partida un inocente sketch colegial donde liceanos recrean lo que fuera una toma en tiempos de Pinochet, este documental pasa revista a uno de los aspectos menos conocidos de la resistencia a la dictadura militar: el movimiento secundario. A través de entrevistas, imágenes de archivo y una espléndida colección de fotos de la época, Actores Secundarios revive la épica perdida de una generación, que durante su infancia y adolescencia solo supieron vivir en dictadura, la democracia les fue siempre ajena.  La generación de aquellos que, sin cálculo político ni hambre de poder, salieron a la calle a pelear contra lo que presentían injusto y antidemocrático. Se compartan o no las ideas de algunos de los entrevistados -muchos de los cuales hoy han seguido caminos opuestos entre sí- este es un documental de peso, que hacia el final apuesta por las emociones más dignas y también por las conclusiones más amargas, sin embargo refleja una generación de absoluta decencia. En su limitado paso por la pantalla grande, tuvo una histórica permanencia en el Cine Arte Alameda.

resistencia obrera al golpe fascista

Historias de obreros que resistieron al Golpe fascista.

Operación Justicia: El Atentado a Pinochet

Así fue que en el verano de 1986 se tomó la decisión de llevar a cabo la acción en contra del dictador, en la Dirección Nacional del FPMR, cuyo jefe máximo fue Raúl Pellegrin (Comandante José Miguel) en consenso con la comisión militar del PC. Y fue José Valenzuela Levi, el “comandante Bernardo”, quien quedó a cargo de la operación, uno de los jefes del FPMR con una amplia preparación y experiencia militar. La primera opción no fue la emboscada, sino que hacer explotar el vehículo de Pinochet, cuando este volviese a Santiago desde su residencia de fin de semana en el Melocotón. Fueron dos o tres variantes las que se estudiaron en profundidad, en un nivel político-estratégico, operacional y táctico, para conseguir un objetivo estratégico político o militar. Así fue que se iniciaron los preparativos en el sector de Las Vizcachas, lugar donde se cavó un túnel que llegaba al centro de la ruta donde se pondrían los explosivos para hacer estallar los autos de la comitiva de Pinochet. No obstante los preparativos y el plan fue abortado en el mes de agosto, después del descubrimiento de la internación de armas de Carrizal Bajo. Posteriormente fue Bernardo (José Valenzuela Levi) quien le propuso a José Miguel (Raúl Pellegrin), la alternativa de hacerle una emboscada al tirano en la cuesta las achupallas, en el Cajón del Maipo. El trabajo se hizo rápido y de manera organizada sin que este perdiera su nivel estricto de compartimentación. A finales de agosto el Comandante José Miguel, el Jefe del FPMR, informo en la DN que ya estaba todo listo, incluyendo a los fusileros que habían sido reclutados entre las filas del FPMR.

Neltume: una historia de valientes

El año 1978, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR formuló un plan para combatir a la dictadura de Pinochet basado en desarrollar focos de resistencia a lo largo del país. Este plan se conoce como «Plan 78» u «Operación Retorno».

 

Como parte de este plan, el MIR se dedicó a preparar un foco de resistencia en la zona rural de Panguipulli pues allí había tenido una sólida presencia, entre 1969 y 1973, a través del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR).

 

En 1980 un grupo de exiliados militantes del MIR se organizó con el objeto de desarrollar dos campamentos para la preparación de futuras fuerzas guerrilleras, uno de ellos en la zona de Neltume. En el año 1981 surgen problemas en el secreto de la operación que culmina en el enfrentamiento de quienes conformaron el Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro contra el ejército de Pinochet. reconocido como de los más crueles de las dictaduras sudamericanas de la época.

PANFLETOS DE RESISTENCIA

Durante la dictadura Pinochetista (1973-1990) sus políticas de Estado contemplaron una estricta imposición de la censura. Ante este escenario, el uso del panfleto surge importante forma de expresión.

 

El panfleto, como volante con propaganda política, irrumpió con fuerza junto con las primeras protestas masivas en contra de la dictadura y de ahí en adelante se transformó en un arma que fue profusamente utilizada tanto por la oposición

 Con todos los medios de comunicación controlados por la Dictadura, el pueblo y sus organizaciones clandestinas se encargaron de producir con mimeografos artesanales, hasta a mano, panfletos con mensajes de resistencia por los que te mataban por tirarlos.

paro 2 y 3 de julio

El 2 y 3 de julio de 1986 se produjo en el país una de las últimas jornadas de Protesta Nacional, una estrategia que venía impulsando la oposición desde hacía varios años como una manera de manifestar el descontento y dar forma a la resistencia contra la dictadura. Convocada por los partidos opositores (en ese momento aún ilegales), organizaciones sindicales y diversos movimientos ciudadanos, el llamado era a paralizar actividades y realizar manifestaciones pacíficas en los territorios. Como siempre, la respuesta de la dictadura fue brutal, y las dos jornadas se saldaron con un total de ocho personas asesinadas, según consigna en el Informe Rettig: Iván Aqueveque Antileo (21 años), Nadia Fuentes Concha (13), Francisco López Zúñiga (19) y Ernesto Ríos Céspedes (18), todos ellos muertos por impactos de bala disparados por militares en la vía pública; Rodrigo Rojas Denegri (19), quemado por una patrulla militar durante la primera jornada de protesta; Rubén Contreras Grandón (18), José Valdivia Valenzuela (17) y Boris Vera Tapia (26), asesinados también a balazos, cuyo origen no pudo precisarse pero que se registraron en un contexto de la acción de efectivos de seguridad del régimen.

PANFLETOS DE RESISTENCIA

Durante la dictadura Pinochetista (1973-1990) sus políticas de Estado contemplaron una estricta imposición de la censura. Ante este escenario, el uso del panfleto surge importante forma de expresión.

 

El panfleto, como volante con propaganda política, irrumpió con fuerza junto con las primeras protestas masivas en contra de la dictadura y de ahí en adelante se transformó en un arma que fue profusamente utilizada tanto por la oposición

 Con todos los medios de comunicación controlados por la Dictadura, el pueblo y sus organizaciones clandestinas se encargaron de producir con mimeografos artesanales, hasta a mano, panfletos con mensajes de resistencia por los que te mataban por tirarlos.