Imagen: Julia Chuñil (Fuente)
Por Victor Serge
El pasado 8 de Noviembre se informó de la desaparición de la defensora medioambiental Julia Chuñil, dirigente de la comunidad de Putreguel en Huichaco, comuna de Máfil. Lun Lee para Interferencia entrevistó a Sebastián Benfeld de fundación Escazú Ahora, quien así informó sobre graves situaciones en el contexto de la desaparición de Julia Chuñil.
Según se comenta, Julia Chuñil y su familia habían estado recibiendo amenazas desde hace 6 años. De acuerdo a las indagaciones que han hecho, Benfeld comenta que la fuente de estas amenazas se relacionaría con empresarios locales con intereses económicos en las tierras que defendía esta persona.
Benfeld también comenta que el gobierno y las autoridades en general no cuentan ni con iniciativas legales ni protocolos para la protección de dirigentes ambientales, a pesar de la firma del acuerdo de Escazú hace más de dos años. El supuesto gobierno ecologista que tenemos debería rendir cuentas por esa grave negligencia, sin duda alguna.
La situación de Chuñil como dirigente ambiental viviendo bajo amenaza se suma a la situación de cientos, incluso miles de dirigentes ambientales en todo el mundo, muchos de los cuales han sido asesinados, con una muy fuerte presencia en América Latina.
Durante lo que va del siglo, más de mil dirigentes ambientales ya han sido asesinados. En contraste con la aproximación ampliamente pacifista del movimiento ecologista a lo largo del mundo, ciertas elites mafiosas han preferido recurrir a la persecución y el terror.
Como ya hemos reportado en diversas ocasiones para este medio, la situación ecológica global es sumamente preocupante, y en el peor de los casos podría tener ribetes catastróficos a nivel global, de nivel posiblemente civilizatorio. Mientras aún hay motivos para tener esperanza, la situación es complicada y peligrosa. Los pueblos del mundo necesitan hacerse escuchar y valer ante esto, forzando a sus gobiernos a actuar en direcciones responsables e informadas por lo mejor de nuestra ciencia.
