La planta prohibida.
En su origen era una simple caña, bueno…dos, estaban las cañas macho, más grandes y robustas, capaces de llegar a tres metros de altura, y la caña hembra, inferior en tamaño y que florecían abundantemente. De ambas, los humanos empezaron a extraer materia prima hace alrededor de ocho mil años en las regiones asiáticas que van desde Mongolia a Siberia.

Del macho obtenían fibra para fabricar ropa, cuerdas, más tarde también papel. De la hembra se comían sus semillas, lo famosos y muy nutritivos cañamones, de los que además obtenían aceite, y claro, en sus flores…encontramos el psicotrópico que ha hecho famosa a esta planta. Parece que en la antigüedad solo se empleaba este compuesto en cuestiones médicas (anestésico) y en rituales religiosos para alcanzar algún tipo de trance, hasta el punto de que en la India se le denominaba “Embriagante sagrado”.

Veamos ahora como llegó a nuestra cultura.
Se sabe que a través de migraciones más o menos belicosas, el Cáñamo llegó al Mediterráneo en tiempos de la Grecia clásica, Herodoto, Dioscorides y Galeno mencionan su presencia, por lo visto, lo habían introducido tribus escitas que en sus ratos libres se dedicaban a echar flores a las hogueras para inhalar el humo. Ya podemos imaginar los resultados.

Sin embargo, no parece que los europeos fuéramos mucho de quedarnos a inhalar hogueras y esa práctica la ignoramos. Fueron los árabes quienes más recurrieron al poder de la Caña hembra, Scheherezade la menciona en las mil y una noches y diferentes sectas la empleaban para aturdir al personal y hacerles creer que estaban de visita en el Paraíso. Eso suena bastante chungo la verdad. Lo de las mil y una noches no tanto. En fin…

Así que hacia el año 1150, los árabes introdujeron el cáñamo en España, se fundó el primer molino en la ciudad de Alicante y se intensificó el interés por la elaboración de textiles, vestimenta y cordelería. Y aunque se empleaban las flores hembra con diferentes aplicaciones (Avicena, el famoso médico, la utilizaba) no parece que los cristianos tuvieran deseos de probar sus efectos.

Entonces.. ¿Qué hacíamos los europeos con el Cáñamo? pues lo mismo que los árabes o chinos, obtener fibras textiles, hacer papel, comer los cañamones…nada de fumarla. Era un cultivo estratégico y necesario, las velas y cuerdas de todo tipo de los barcos también se elaboraban con esas fibras, barcos o… carabelas, y así Colón llegó a América, gracias a 80 toneladas de cáñamo en sus aparejos. Y aquí viene una sorpresa que si vives en Barcelona puedes ir a comprobar, fijaos en la estatua de Colón de las Ramblas cuya foto adjunto ¿Qué veis debajo de la columna? Exacto, hojas de Cannabis, en reconocimiento al papel fundamental que esa planta desempeño en aquel viaje del S-XV. Pero aún no se llamaba Cannabis, ya llegaremos a ello.

Ahora estamos en 1530, y Pedro Cuadrado, originario de Alcalá de Henares, soldado de la hueste de Hernán Cortés trae las primeras semillas de Cáñamo a América para sembrarlas ahí, y la Real Audiencia, presidida por el obispo Juan de Zumárraga, autoriza su cultivo en Nueva España para estimular una economía próspera. En 1545 el rey Carlos I de España, emite una real ordenanza para sembrar cáñamo en las Indias occidentales y pide el apoyo de virreyes y gobernadores para lograr una producción que abasteciera las necesidades del imperio. En este punto recuerdo que el Cáñamo macho no tiene efectos psicotrópicos, solo las hembras, y lo que se sembraba era fundamentalmente Cañas macho.

Los sacerdotes jesuitas fueron responsables de difundir el uso medicinal del cáñamo hembra en el noroeste de México, por ejemplo, Juan de Estey­neffer (1712), en su tratado “Florilegio medicinal de todas las enfermedades”, afirmaba que las semillas de cáñamo se usaban en horchata contra la gonorrea, y José Antonio Alzate describió que esta planta producía un efecto tranquilizador y podía usarse contra el dolor muscular y de muelas. Como veis, nadie habla de fumarla con finés lúdicos.

Y por fin se bautizó botánicamente, el sueco Carl Nilsson Linnaeus, en el S-XVIII la denominó Cannabis sativa (Dos cañas cultivada) así que hizo referencia a lo que veía a su alrededor, todos los países cultivaban esta caña para proveerse de materia prima.

Se siguió experimentando con esta planta con fines medicinales, hasta que en 1851, el Cannabis se introdujo por primera vez en la tercera edición la farmacopea de Estados Unidos al poseer efectos analgésicos y de inducción del sueño. A finales del siglo XIX sin embargo, el uso del Cannabis disminuyó debido a diferentes factores; uno de ellos fue que, tras el desarrollo de la jeringa, se notó que el aceite del cáñamo no era soluble en agua, lo que abrió las puertas a los opiáceos…y se las cerró al Cannabis.

En ese momento se perdió un poco de interés en experimentar con él, interés que despertó de pronto en los trabajadores de las plantaciones de Centroamérica, mayoritariamente esclavos. Ellos veían que sus chamanes pasaban unos trances la mar de extraños, y sintieron curiosidad, al fin y al cabo, su vida de trabajo duro de sol a sol animaba a buscar formas de desconexión…

Ya podéis imaginar lo que pasó, desde México empezó a llegar hasta EEUU eso mismo que fumaban los chamanes, pero en formato cigarrillo con el nombre de “Cigarro indio”. Primero conquistó a Nueva Orleans, cuando los músicos del jazz se fueron de gira desde ahí al resto de EEUU, ya podéis imaginar que se llevaron en la maleta. En pocos años llegó a todas las ciudades causando una sensación inaudita, hasta que el Gobierno de ese país logró prohibirlo acusando a esa planta de estar detrás de todos los males de la sociedad. El problema fue que al prohibir su cultivo y consumo, la Caña macho, que no tiene psicotrópicos, también quedaba vetada. Os lo recuerdo, de esa planta se obtenían hasta entonces muchas fibras textiles y pasta de papel, por lo que hubo que buscar otras formas de fabricar esos productos, se recurrió al algodón, y…a la tala de bosques, de los cuales se extraía la celulosa que antes obtenían del Cáñamo. Siempre se ha sospechado que existían ciertos intereses ocultos en eliminar al Cáñamo macho de en medio para evitar competencia. Quienes salieron perdiendo fueron los bosques y el Medio ambiente, pues se requieren innumerables productos químicos contaminantes en la fabricación de papel hechocon la madera de los árboles, no así con el Cáñamo.

Y llegó la Segunda Guerra mundial…y faltaba materia prima, de repente había que fabricar millones de uniformes, tiendas… el gobierno norteamericano, desesperado, volvió a legalizar el cultivo del Cáñamo, finalizada la guerra, se volvió a prohibir. También en España que siempre lo había tenido como un cultivo tradicional desde época árabe.

Os he resumido cual es la historia de esta planta para que veáis que ella no tiene la culpa de nada, todo depende del uso que se le dé.

La realidad es que actualmente se está volviendo a cultivar en todo el mundo, por fin parecen haberse dado cuenta de que obtener celulosa de los árboles nos lleva a generar una huella ecológica enorme insostenible, no así el cultivo del Cáñamo macho, que es anual, no requiere apenas riego, ni pesticidas, es muy adaptable a distintos tipos de suelo y todo se aprovecha de él.

Ahora también se está promoviendo el cultivo de la caña hembra sin psicotrópicos, en vez de THC (Tetrahidrocannabidol) contiene CBD (Cannabidol) empleado en estudios y tratamientos médicos, pero es un cultivo muy vigilado y sujeto siempre a inspecciones, ya que siempre hay quien quiere plantar la caña prohibida aprovechando la situación.
Y fin, seguro que en el futuro leeremos nuevas aplicaciones a base de estas dos cañas cuya historia es tan apasionante y polémica.

Tomado de: El Jardín del Calvo
https://www.facebook.com/eljardindelcalvo/posts/pfbid0BzAnFn9aKR9JaZ3feDvQ3s9gceTPfRAEcpARabM7fMBF517KHF9K7LwM3KuUsijdl