PROFESOR HÉCTOR VEGA

Hay todo tipo de grupos en el ejército desde fascistas, hasta DC pasando por católicos adherentes a la patrona del ejército que cubrió a la institución cuando mataba indios en la Araucanía con los generales Pinto, Urrutia y el coronel Cornelio Saavedra.

En el período de la UP reclutamos suboficiales y clase que nos informaban acerca de los planes de la oficialidad que complotaban en las 3 ramas de las FF.AA. Creíamos que se podía parar el golpe con estos militantes del MIR pero no fue así. Fueron apresados y torturados salvajemente en la isla Mocha y en el buque escuela Esmeralda. Otros , en el Buin y en la Academia de la Fuerza Aérea. Algunos de los generales democráticos ya habían renunciado, entre ellos Prat, Pickering, Sepulveda, el coronel Ramos …. otros, como Bachelet de la Fuerza Aérea murieron en prisión. 

El regimiento  Buin fue centro de tortura donde oficiales democráticos fueron enterrados por sus pares en depósitos habilitados para el almacenamiento de municiones y explosivos. Existe una cofradía militar que ante cualquier movimiento popular cierra filas. Es más, el control del territorio por el ejército, se aplica no sólo en caso de guerra o invasión, pues las mismas instrucciones sirvieron para movilizarlo el 11 de septiembre. La verticalidad del mando y las instrucciones es la clave decisiva del control del ejército. Pregunto: ¿qué podíamos hacer frente a un ejército equipado para controlar el territorio? El mismo día de la ocupación, en las primeras horas,  regimientos alejados del centro como Osorno, Valdivia o de Aysén seguían instrucciones sin conocer exactamente qué sucedía en la Región Metropolitana. Grupos democráticos dentro de la institución nada pudieron en el pasado, frente a oficiales con mando de tropa. En el presente creo que el intento no pasará de ser  grupos de reflexión. Eso no es política. Es academia.

En el presente, la historia nos conduce hacia otras opciones. Me pregunto si acaso estos académicos de la politología o de la historia han reflexionado sobre la protesta-movimiento-revuelta del 18 de octubre. Ni la policía, ni el ejército habrían podido controlar o disparar contra los 4 millones, o más, de personas que manifestaron en las calles del territorio en contra de la clase política que durante más de 30 años traicionó la lucha por la democracia durante la dictadura militar. Eso ha sucedido muchas veces en la historia mundial. El ejército más poderoso del Medio Oriente nada pudo contra 10 millones de iraníes que protestaron contra la tiranía del Sha. El ejército, como ahora sucede en Perú puede disparar contra niños y mujeres indefensas o trabajadores que salen a manifestar pero el ejército nada puede con las armas  cuando enfrenta a millones de ciudadanos que dicen BASTA. Es lo que hemos aprendido en estos años y lo que sin dudas marcará la política en los próximos. Por eso el pavor de la clase política que aún no encuentra la brújula que le permitirá recobrar el poder. Por eso, señores académicos,  descartado el ejército, el 18 de octubre surge por sus fueros, con una nueva política donde la Soberanía del Pueblo reclama por otras instituciones y otros hombres y mujeres – algo muy difícil de aceptar por la Derecha que lucha por su triunfo constitucional del 4 de septiembre.

 

(*) Para estudiar el alineamiento de los cuerpos de generales y almirantes inmediatamente antes del Golpe Militar en Chile en 1973, podría ser de interés la Obra de D. Robinson Rojas. “Estos mataron a Allende”.