Disfrazado de acuerdo comercial,  el tratado en realidad busca proteger a las transnacionales de eventuales reformas contrarias a sus intereses. Por eso, sostiene que aprobarlo ahora sería como poner una camisa de fuerza al debate constitucional para asegurar que las cosas se sigan haciendo como conviene a las corporaciones: “No solo sería una burla al proceso constituyente, sino también un insulto a la democracia.  Es construir un país ingobernable, donde todos vamos a salir perdiendo”.
entrevista a Juan Gabriel Palma, (doctor en Economía de la Universidad de Oxford y académico de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Santiago de Chile )

Que el que el TPP es un tratado ‘comercial’, y que abre mercado a nuestras exportaciones primarias es una mentira de principiantes. El tratado no es más que la garantía que Chile le extenderá a las Transnacionales (y a sus socios empresariales nacionales) de que sea cual sea la decisión democrática que aprobemos los Chilenos en la justa lid democrática, esta decisión se subordinará si le es conveniente o no a una Transnacional, y en caso que ésta considere que se ve afectada, podrá demandarnos en tribunales Internacionales que fallan hasta ahora favorablemente a sus intereses.
Un buen ejemplo que describe Palma es que en el futuro, si Chile decidiera no exportar más Cobre sin procesar, los barcos que llevan concentrado de cobre al 30% obtienen ganancias por también transportar ese 70% de desechos o basura y podrán demandarnos el día que decidamos enviar cobre procesado al 100% como cátodos o cables puesto que verán afectadas sus ganancias al reducir en un 70% sus fletes de basura. Y deberemos compensarlos.
Este tratado en un golpe directo a truncar nuestras posibilidades de desarrollo Industrial, pues nos congelará en un país tercermundista que solo vende materias primas básicas.
Esperemos que en el transcurso de los días el Gobierno rectifique y no nos de el portazo a los chilenos que merecemos a soñar en un país que sea capaz de desarrollar a plenitud sus potencialidades.

La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía. (Proverbio árabe)