Imagen: portada del album de tributo rock a Víctor Jara (varios artistas) (Fuente)
Era Dios que gritaba: ¡Revolución!
Víctor Jara, Camilo Torres
Plegaria a un labrador fue una canción de Víctor Jara estrenada junto a Quilapayún en el legendario Primer Festival de la Nueva Canción Chilena (en 1969), ligado al movimiento artístico de ese nombre. La Nueva Canción estuvo inspirada en una recuperación del folklore tradicional (trabajo en buena parte hecho por cantantes como Víctor y Violeta), y empapada de las aspiraciones y esperanzas de transformación social de esos años en el siglo pasado. Como se reporta en la enciclopedia, en contraste con los contenidos del folklore tradicional (que a menudo enfatizaba el patriotismo y representaciones idílicas de la vida en el campo) este movimiento buscaba darle una voz a las personas del mundo campesino y a los trabajadores (en atención, naturalmente, a sus realidades).
Plegaria a un labrador es un temazo que refleja esta cultura popular a la vez rebelde y creativa en un momento álgido de los movimientos revolucionarios en Chile y el mundo. La canción también refleja la confluencia de dos culturas que en otros momento estuvieran más bien confrontadas: el socialismo revolucionario de inspiración marxista o comunista (con su tradicional ateísmo asociado) y el cristianismo popular (devenido también revolucionario). Te dejamos una revisión del contexto y significado del tema, junto a la letra, la canción original y algunos covers destacados.
¿Una sociedad sin clases o «venga a nosotros tu reino»?
Para contarles sobre el tema voy a presentarles a alguien que hace un recuento y análisis pulento sobre el mismo (y que tiene un libro entero sobre la Nueva Canción: «Traenos tu reino de justicia e igualdad»: Mesianismo y Nueva Canción Chilena; libro de acceso gratuito en el sitio de la editorial).
El autor es uno de los escritores más interesantes que me he topado últimamente en realidad. Me refiero al musicólogo Pablo Rojas Sahurie. Pablo es Licenciado en Teoría de la Música y Magister en Musicología (ambas en la Universidad de Chile). Trabajó como científico en el «Instituto para las Ciencias de la Música» de la Universidad de Viena, donde se doctoró en el tema rápidamente (además de haber sido becario y asociado de la Academia Austriaca de Ciencias y cuestiones brígidas). Ha publicado hartas cositas y sus intereses de investigación son la música, filosofía y religión, música popular, la Nueva Canción, el doom metal, música y lenguaje verbal, música y masculinidad, violencia, entre otros.
Su artículo, publicado en el Musicological Annual de la Universidad de Ljubljana se titula «A Classless Society or Your Kingdom Come? Plegaria a un labrador and the Nueva Canción Chilena« («¿Una sociedad sin clases o venga tu reino? Plegaria a un labrador y la Nueva Canción Chilena«).
Pa’ hacerla breve, lo que rescata Rojas en su artículo es que Plegaria a un labrador, en el contexto de la Nueva Canción y el proceso de la Unidad Popular (la coalición de partidos detrás del gobierno de Salvador Allende), expresa una mezcla de socialismo y religiosidad en la forma de una búsqueda o epopeya de liberación popular representada artísticamente. La canción muestra esto haciendo referencias explícitas a obras religiosas, como el Padre Nuestro y el Ave María, pero desplazando el lugar del Salvador (o «mesías», como dicen) de Cristo a la figura del pueblo mismo, la gente común luchando por romper sus cadenas. Por eso es como si le rezara al labrador mismo, y lo invocara a él para solidarizar con el resto de la humanidad y alzarse hacia una sociedad distinta. La canción es bien clara en eso, como se puede apreciar.
El profesor Rojas relaciona esta canción con otras como Vientos del pueblo (que en aniversario de la muerte de Víctor comentamos y pusimos en este sitio hace unos días), Qué saco de rogar al cielo, Marcha de los pobladores o Vamos por ancho camino. Rescata de estas y otras obras la sensación popular de esta confluencia (entre cristianos, trabajadores y profesionales revolucionarios, socialistas de tradición o inspiración comunista o marxista) en torno a la esperanza por un futuro de una sociedad sin divisiones de clases, y la equiparación de ese futuro sin clases sociales como la venida del Reino de Dios.
En la crítica de izquierda, las sociedades de clase (como la sociedad esclavista antigua, el feudalismo o el capitalismo) hacen inevitable que haya lucha de clases, de modo que si queremos evitar que existan esos conflictos entre las personas, tendríamos que acabar con las divisiones de clase (aunque eso, en el proceso, implique que el conflicto entre clases se exprese, a veces de maneras agudas). Asimismo, en el paraíso ―dicen muchos cristianos― no hay clases sociales tampoco, pues son todos iguales; en esa línea, razonaron y razonan muchos cristianos, podemos pensar que en la Tierra tampoco debieran haber clases, pues todos somos hijos de Dios y ya está. Víctor era parte de esta tradición crítica que tenía fe en la capacidad de la humanidad de organizarse de maneras menos conflictivas y más armónicas. Si ese sueño es viable, por supuesto, es otra discusión que excede este espacio (aunque pretendemos seguir explorándolo en este medio).
Rojas habla de la «biografía social» de Plegaria a un labrador, resaltando que ha sido una de las canciones con más versiones alternativas de la Nueva Canción, su rol en la cultura rebelde y cristiana previa al golpe y también su presencia en dictadura (en medio de comunidades cristianas populares) y a menudo en el filo de la clandestinidad (donde el sólo hecho de escuchar la música de Víctor era un marcado acto de valentía y desobediencia). Rojas muestra y comenta un folleto con la letra de Plegaria a un labrador en un cancionero de la Comunidad Cristo Liberador, donde se había eliminado de la letra original de Víctor las alusiones a la lucha y resistencia armada (para luego ser restituida en los folletos con lápiz pasta por algunos feligreces, en actitud de abierta rebelión contra el horror de la dictadura).


Portada del cancionero Vamos a cantar: Libro de cantos de la comunidad cristiana (Comunidad Cristo Liberador, Santiago de Chile; publicación estimada en 1982) (imagen a la izquierda) y página con la letra de Plegaria a un labrador (imagen a la derecha).
Plegaria a un labrador
Levántate y mira la montaña
De donde viene el viento, el sol y el agua
Tú que manejas el curso de los ríos
Tú que sembraste el vuelo de tu alma
Levántate y mírate las manos
Para crecer, estréchala a tu hermano
Juntos iremos unidos en la sangre
Hoy es el tiempo que puede ser mañana
Líbranos de aquel que nos domina en la miseria
Tráenos tu reino de justicia e igualdad
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Hágase por fin la voluntad aquí en la Tierra
Danos tu fuerza y tu valor al combatir
Sopla como el viento la flor de la quebrada
Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Levántate y mírate las manos
Para crecer, estréchala a tu hermano
Juntos iremos unidos en la sangre
Ahora en la hora de nuestra muerte
¡Amén! ¡Amén! ¡Amén!