La crisis que enfrenta Venezuela y que vuelve a las portadas por sus recientes elecciones han hecho relucir entre nosotros todo tipo de reacciones, desde la ira para quienes detestan a Maduro, hasta la defensa heroica de los que ven en Maduro un bastión de lucha contra el Imperialismo.

En nuestro colectivo también nos encontramos divididos entre los que apoyan y los que no al líder llanero. Y creo que es algo que pasa en buena parte de los colectivos de izquierda del mundo donde cual más o cual menos la opinión no es unánime. También lo notamos entre nuestros fieles seguidores en RRSS.

Quiero dejar claro que quien escribe este artículo no lo hace en nombre del Colectivo Frente Cacerola, esta es una opinión personal.

Hemos invitados a todos a dar su opinión respetuosa acerca del tema evitando predicar con su posición porque difícilmente en un colectivo como en nuestro alguien va a convencer de algo contrario por lo que se la juega. Todas las posiciones se fundan seguramente en un análisis honesto que hace cada uno.

Y creo que aunque lo intentáramos, no llegaremos a acuerdo y en nuestro caso no se trata de tener una opinión refrendada en una votación así que tranquilos aceptamos de nuestras diferencias.

El tema calienta y si no se cuida el tono fácilmente podemos terminar agarrados del moño por el tal Maduro.

Quienes hacen una defensa del proceso, yo al menos me esfuerzo de leerlos, escucharlos y comprenderlos.

Para quienes no confiamos en Maduro y su combo nos enfrentamos a que nuestros compañeros del lado contrario asuman que fuimos influenciados por la manipulación mediática derechista y estamos inexplicablemente del mismo lado del enemigo histórico: el imperialismo yanki.

Por el contrario, quienes apoyan a Maduro deben sentir algo parecido, pero a la inversa, incluso traicionados.

Y creo que ambas posiciones caemos en la tentación de convencer al otro. Por mi parte me siento muy en agrado que entre mis mejores amigos tenemos una visión muy distinta y somos capaces de seguir remando juntos en el bote que nos subimos.
La Historia dará la razón a alguno o a ninguno, más temprano que tarde.

VERDADES IRREFUTABLES

Que los gringos son una maldición, una máquina atroz que desperdiga mentiras y crímenes con tal de satisfacer sus intereses es algo que no puede estar en discusión.

Que la prensa oficial dedica horas y horas a informar desde una sola perspectiva el tema venezolano sin siquiera darle un minuto a algún venezolano que apoya su proceso. Los ha invisibilizado a tal punto que un latinoamericano común no debe haber visto nunca las manifestaciones de apoyo popular al Gobierno de Maduro. Y a cuantos trabajadores humildes de Venezuela que dan la vida por su proceso.  Cierto e indiscutible.

En mi caso, me esfuerzo por valorarlo y verlo.

Que la derecha golpista Venezolana tiene un largo historial de crímenes no se debe olvidar. Hay que recordar que fueron capaces de contratar a mercenarios para asesinar a sus propios adherentes y culpar a Chávez el año 2002. («Sucesos del puente Llaguno».)

En el actual proceso además vemos una curiosidad: un candidato que representa la Oposición, pero la que pincha y corta es María Corina Machado, quien por no cumplir la ley venezolana no podía ser candidata.

Paradójico es por decirlo suave las demandas por transparencia y democracia de medios y políticos de derecha acerca del conteo de votos y avalaron el fraude que se hizo a López Obrador en México o haber avalado cuanto golpe e intento de golpe de estado intentan dar por toda América. Cuando lograron derribar a Dilma o mandaron preso injustamente a Lula fueron los primeros en llamar a aceptar estos veredictos a todas luces truchos.
Los mismos que condenan las víctimas que deja la represión en venezuela justificaron y aplaudieron los crímenes de Añez en Bolivia o los de la Boluarte en Perú.

Así que venir a vender cruces los mismos demonios que por siglos estrujan los anhelos de justicia y participación de nuestros pueblos es de un cinismo descarado.

Pero Maduro tampoco ayuda.

Cuando en mi caso expreso mi absoluta desconfianza y alejamiento de la Cúpula que gobierna con Maduro me veo expuesto siempre a que mis compañeros asuman que apoyo a la Machado o a ladronazo de Guaidó o peor aún me ven que me acabo de convertir en aliado de las políticas imperialistas del Departamento de Estado. Y me tratan de explicar desde cero como ha sido la intervención imperialista yanki y la historia de despojos en el mundo.

Yo desde hace años me vengo informando de las barrabasadas del entorno Madurista, sus ineficiencias y para peor, sus ya habituales actos de corrupción. Este interés viene desde el auge del Gobierno del Comandante Chávez y que a todos nos encandilaba. Me recuerdo haber visto y leído la historia de Chávez y de como por primera vez tal vez el poder militar en Latrinoamérica restituyó a un líder de izquierda en el poder ante un intento de golpe de estado.

Creo que desde la Izquierda, por diversas razones, muchas veces por comodidad no se escuchó las denuncias que provenías desde dentro del Chavismo: de como fueron cayendo en desgracia muchos dirigentes generalmente los primeros que se atrevieron a  denunciar la corrupción del PSUV y sus formas de hacer política.

Recuerdo las primeras declaraciones de Pedro Felipe Ramírez, ex embajador en Venezuela y quien fuera ministro del gobierno encabezado por Salvador Allende.

Ramírez afirmaba que Maduro y su entorno era un grupo de bandidos que de izquierdistas solo tenían el título escrito en una puerta que alguna vez abrió el Comandante Chávez.  Y Pedro Felipe Ramírez rápidamente pasó a las filas de los “traidores” por sus declaraciones. Para sus detractores ni siquiera importó que haya sido un ministro leal a Allende.

Cualquier militante de izquierda creo que poco o nada sabe de las andanzas de un delincuente como Alex Saab, un empresario de origen libanés que acumuló una fortuna al alero de Maduro y que con la crisis alimentaria se forro convirtiéndose en el magnate de “la pasada” o el caso del otrora poderoso Tarek el Assami, ex Ministro de Petróleo y ex Presidente de PDVSA,  hasta hace poco mano derecha de Maduro y que se encuentra preso por una maquinaria feroz de corrupción y de desvíos de dinero de la venta de cargas de petróleo venezolano que se transaba en alta mar y cuyos recursos se han perdido y parado en las cuentas de un centenar de funcionarios, militares y militantes corruptos. Las cifras oficiales estiman robo de una cifra entre 23 y 26 mil millones de dólares, producto de exportaciones petroleras no cobradas: El procedimiento consistió en repartir barcos cargados de petróleo a diestra y siniestra: a militares propietarios de empresas, a políticos y miembros del PSUV, a empresarios socios del régimen.

El segundo procedimiento, clave en la cuestión, es que a estos señores, nuevos operadores del negocio petrolero, les entregaron los cargamentos con importantes descuentos, bajo una doble condición: debían depositar una parte del pago en cuentas en unos determinados países –Rusia, China, Bielorrusia, Turquía, Bulgaria y otros–,y traer los montos restantes a Caracas, en maletas llenas de dólares, que debían ser entregadas en puntos determinados de la oficinas de PDVSA, en La Campiña, Caracas.

Y así se consumó el robo: una parte se quedó en cuentas a nombres de empresas testaferros, y la otra llegó en volúmenes grotescos de efectivo, que se distribuyeron –repartieron– desde las oficinas de PDVSA.

Así como los gringos se apoderaron de las cuentas del petróleo del Estado venezolano, desde la interna un grupo de corruptos se repartía la riqueza del petróleo del pueblo venezolano.

Conste que lo que aquí comento no proviene de información del Departamento de Estado: la denuncia es del propio Gobierno de Maduro y su otrora socio caído en desgracia y que creo no había posibilidad que sus crímenes fenomenales se cometieran de no coexistir en un ambiente plagado de corrupción.

Tarek El Aissami está preso por orden del gobierno junto a un centenar de funcionarios hasta hace poco flamantes militantes chavistas.

«Métete de noche y de día a trabajar por la seguridad del pueblo, la lucha contra los criminales (…), la lucha contra los terroristas de la extrema derecha». Con estas palabras, el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio la bienvenida a Tareck El Aissami tras nombrarlo como su nuevo vicepresidente. El nuevo brazo derecho del Mandatario venezolano sería el encargado de reemplazarlo en caso de que prospere el proceso de referendo revocatorio en su contra impulsado por la oposición (Enero 2017)

Tareck El Aissami, exministro de Petróleo y expresidente de PDVSA, ha sido arrestado por un caso de corrupción en la petrolera estatal venezolana, dijo el martes el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab. El funcionario informó que también está detenido el exministro de Finanzas Simón Zerpa. A ambos se les acusa de liderar una vasta estructura de corrupción dentro de entidades estatales venezolanas.  (Abril de 2024)
(https://www.bbc.com/mundo/articles/c0klwvlwe05o)

 

La cruda realidad.

Pocos podrían mostrar cuales son las medidas “socialistas” implementadas por Maduro que den cuenta del embrión de una sociedad mejor para los trabajadores (ya denunciado por el Partido Comunista de Venezuela). No existe eso a no ser de una repartija de cargos, posiciones y oportunidades a lo que yo entiendo como la nueva clase dominante venezolana: los allegados al poder, los mismos que ayudaron a derrumbar la Unión Soviética o los que convirtieron la Gloriosa Revolución Sandinista en un gran negocio familiar o los socios de El Aissami que no alcanzaron a disfrutar el plan.

Que la Machado es agente de la CIA o que es proto fascista, golpista no me cabe dudas. Que González Urrutia es un títere para la ocasión menos. Que el Departamento de Estado afila sus garras y no va a renunciar a que el petróleo venezolano termine administrado por Wall Street menos. Ya lo confesó el fascista Trump. Que triste es que al pueblo venezolano se le haya dado a elegir entre el sartén y las brasas.

Las Actas:
Ahora todo el mundo pidiendo las Actas. Lógico. Ni la machado ni Maduro ayuda. La machado muestra Actas parciales y algunas evidentemente falsas, Maduro y sus primeras cifras contienen un error o casual, o intencionado o de idiotas: La suma del 80% de los votos con los que afirmó era el ganador tienen una curiosidad matemática cercana a lo imposible: que la definición decimal tiene una certeza de 1/10000 es decir que los datos den con esta precision ocurre en 1 cada 10 mil elecciones (lo que tampoco nos lleva a segurar que esto demuestra fraude, pero que dudas quedan… quedan)

Solo queda esperar a mi modo de ver la opinión final que nos dé Lula, Petro y talvez sumen a la mesa al Boric: Y si esta definición reconoce al triunfo de Maduro, toca reconocerlo y permitir que sean los venezolanos los que logren llegar a buen puerto a pesar que se ve casi imposible. De no ser así, me es imposible preveer que sucedería

Yo seguiré pensando que la izquierda Venezolana está al mando de unos líderes que no pasan la prueba de la blancura y distan demasiado de los líderes históricos de la Izquierda latinoamerícana empezando por Fidel, Salvador Allende, los vivos como Pepe Mujica, Lula, Dilma, Petro, López Obrador, a los cuales se les podrá reprochar errores pero no corrupción.

Siento que el costo para los proyectos de Izquierda son muy altos, de alguna manera el fracaso de Maduro en su cotidianeidad es un éxito para la ultraderecha y la derecha, lo mismo que el fracaso de las ideas absurdas de Milei serán un alivio para quienes nos encontramos en la vereda contraria.

Las víctimas:

No me caben dudas que hay millones de venezolanos sufriendo, en su país y en Chile, llorando porque equivocados o no, soñaban con volver a su Patria, a sus costumbres, a sus amores y no lo podrán hacer sabiendo que solo a la distancia pueden mantener con unos pocos dólares a sus escuálidas familias, que hoy por hoy dependen de las transferencias que ya millones de venezolanos hacen día a día a su país.

En mi caso, el dolor de una madre que perdió a su hijo por un balazo, una lacrimógena o una golpiza en manos de un agente de la represión de Maduro me duele tanto como ver a Gustavo Gatica luchando por salir adelante después de ser víctima de un gobierno represor y una bestia que disparaba a mansalva, las lágrimas de la madre de Romario Veloz o el estado en que está Mario Acuña.

Me duelen lo mismo las lágrimas de las madres que lloran por sus hijos caídos en las revueltas venezolanas. Nuestras víctimas son tan dolorosas como cualquier víctima de las luchas populares por una vida mejor, ya sean protesten contra la oligarquía chilena o contra la Nueva Burguesía del PSUV o la Mafia Sionista. No conmoverse con el dolor ajeno y reclamar solo por el nuestro no tiene otro nombre que hipocresía. Al menos para mí.

Los que estamos en política, aunque sea con casi nada de poder como nosotros, (más que el poder de las ganas de ser parte de la historia porque nos corresponde) nunca debemos olvidar que las causas de lucha por una vida mejor el sujeto de la historia es Nuestro Pueblo y los más postergados, no nuestros dirigentes ni nuestros partidos. Estos errores o desviaciones solo hacen sufrir a los más débiles: El Pueblo Humilde paga la cuenta, ya sea este pueblo vote por quien sea.

Los pueblos votan mayoritariamente por quienes creen les pueden mejorar sus vidas en todos los sentidos. No votan para ver qué candidato o partido tiene la razón.

Y cierro con un hermoso comentario que me ha hecho llegar una compañera del Frente Cacerola, la Pao, conversando sobre este tema y que me deja con un buen sabor en la mente y optimista:

“Sin duda alguna, los miembros del este colectivo, con nuestras historias de vida y de militancia nos armamos como personas hermosamente obstinadas, intentando avanzar en contra de la corriente, porque la final de cuentas esa es nuestra naturaleza, y eso me hace, de verdad y genuinamente, amarlos.

Sin embargo, a veces olvidamos lo pequeños que somos, que solo somos polvo de estrellas, una especie más dentro de millones de especies que viven en esta, nuestra madre tierra y que estamos en una cuenta regresiva camino a nuestra extinción. (al menos así lo veo yo). Somos arrogantes, discutiendo desde la pequeñez como si fuera un juego de gallito.

Hay un cuento que dice así:

Un día, en un bosque se inició un voraz incendio. Los animalitos comenzaron a arrancar aterrados, pero de pronto se vio un colibrí que iba y venia tirando pequeños chorros con su poquito.  Uno de los animales les pregunta

 – Que haces?

-Trato de apagar el fuego, dijo el colibrí.

-No vas a poder, responde el animal.

-Solo no, pero hago mi parte, dijo el colibrí.”

Y a mis queridos compañeros del Frente Cacerola, sé que a la hora de luchar por la dignidad de todos los humildes siempre estaremos del mismo lado. Llueva o truene. De eso estoy seguro.

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