Imagen: Investigadora frente a un microscopio [iStock/RyanKing999] (Fuente) / Halcón gringo [Foreign Policy] (Fuente)
Transcribimos y traducimos a continuación el video de Breakthrough News (@btnewsroom) difundido por @ohnotechbro y otras páginas sobre los preocupantes ribetes que ha estado tomando hace tiempo el conflicto EEUU-China, ahora en lo referente a una reciente cura para la diabetes tipo 2. Mucho de lo dicho da para harta discusión, particularmente lo referente al capitalismo y al proyecto político chino, pero sirva de todos modos el texto para difusión y provocación.
Si alguna vez necesitaste más pruebas de que al gobierno de los Estados Unidos no le importa la humanidad, China acaba de curar la diabetes tipo 2 por primera vez en la historia y el gobierno de los EE.UU. está intentando aprobar una legislación que impediría a los científicos estadounidenses colaborar con las farmacéuticas chinas.
La diabetes es una crisis enorme de la que nadie habla. Es la octava causa principal de muerte en los Estados Unidos y mató a 103.000 estadounidenses en 2021. Eso es más de cuatro veces el número de todos los homicidios en EE.UU. cada año. Pero nunca escuchas a los políticos decir: “¡Tenemos que ponernos duros contra la diabetes!”
En todo el mundo, 422 millones de personas están afectadas por esta enfermedad. La diabetes es causada por una deficiencia de insulina, generalmente porque el páncreas de una persona, el órgano responsable de crear insulina, no produce suficiente. Hasta hoy, no tenía una cura conocida. Pero el mes pasado un grupo de científicos chinos publicó un informe sobre cómo usaron células madre para tratar a un paciente con diabetes. Tomaron las células sanguíneas del paciente y las convirtieron en células madre, que usaron para regenerar el páncreas del paciente.
Las células madre son básicamente células sin asignación específica. Las células cerebrales son los bloques de construcción del cerebro, las células de la piel son las que forman tu piel. Pero las células madre pueden convertirse en cualquier tipo de célula, y cuando las colocas cerca de otras células, se transforman en ese tipo de célula y se multiplican. Los científicos tomaron las células madre que crearon a partir de la sangre del paciente y las usaron para regenerar su tejido pancreático. El paciente del experimento, un hombre de 59 años que había vivido con diabetes tipo 2 durante 25 años, había estado recibiendo múltiples inyecciones de insulina diariamente, pero solo 11 semanas después de recibir el trasplante de células madre ya no necesitaba inyecciones de insulina (lo que significa que está efectivamente curado).
Este es un gran avance, y algo que Estados Unidos ha estado tratando de desarrollar durante algún tiempo. La FDA (Food and Drug Administration) aprobó por primera vez la terapia celular para pacientes con diabetes, pero las células en este tratamiento provienen de personas fallecidas, y no hay suficientes donantes de órganos para tratar a todos los pacientes con diabetes.
El punto es que todos deberíamos estar celebrando el logro de China, ¿verdad? ¿…Verdad? Bueno, aparentemente no, porque si ves los medios de comunicación convencionales, pensarías que se supone que debemos odiar a China. En los últimos años, China se ha convertido en líder mundial en muchas áreas, como la producción de vehículos eléctricos, energía verde, transporte público y inteligencia artificial. Otros países han comenzado a recurrir a China como mediador en relaciones diplomáticas, un papel tradicionalmente desempeñado por Estados Unidos.
En 2010, la economía de China se convirtió en la segunda más grande del mundo y ahora está en camino de superar a la economía de Estados Unidos tan pronto como en 2030. En otras palabras, China es ahora un país lo suficientemente poderoso como para amenazar el estatus de superpotencia mundial de Estados Unidos. Y Estados Unidos no quiere renunciar a eso. En un esfuerzo por frenar su crecimiento, EE.UU. ha lanzado un asalto total a la industria china con sanciones y aranceles. Ha rodeado a China con bases militares estadounidenses armadas, con misiles de largo alcance apuntando a las costas chinas…
Y uno de sus últimos ataques es un proyecto de ley llamado «BIOSECURE Act». Este proyecto de ley bipartidista prohibiría a cualquier empresa estadounidense que reciba fondos federales trabajar con cuatro firmas médicas chinas. Una de las compañías enumeradas, un fabricante farmacéutico chino llamado WuXi, trabaja con 19 de los 20 mayores fabricantes farmacéuticos en EE.UU. Una de las compañías con las que WuXi trabaja, Vertex Pharmaceuticals, curó a un paciente de la mucho menos común diabetes tipo 1. Y ahora están buscando desesperadamente proveedores alternativos justo en el momento en que podrían tener una colaboración que cure la diabetes tipo 2.
Cuando piensas en las implicaciones de todo esto, realmente pone en tela de juicio la naturaleza fundamental de nuestro gobierno. Tienes cientos de miles de personas sufriendo y muriendo por una enfermedad que ahora es curable, y tu propio gobierno te está impidiendo colaborar con el país que está a la vanguardia de la cura, y en su lugar, gasta cientos de miles de millones de dólares para prepararse para ir a la guerra con ese país.
Estados Unidos también ha estado impidiendo la importación de un tratamiento milagroso cubano para las úlceras del pie diabético, un tratamiento que podría haber salvado a cientos de miles de personas de la amputación de partes de su cuerpo. En lugar de eso, el gobierno de Estados Unidos sigue imponiendo un bloqueo de 60 años a Cuba, impidiendo casi por completo la colaboración médica.
Realmente es sorprendente cuando lo piensas, pero al final, estas son las mismas personas gastando tus impuestos en volar hospitales y asesinar niños palestinos. Así que supongo que no debería sorprendernos tanto.
En parte, esto se debe a que, de la misma manera que todos los miembros del Congreso que tanto se preocupan por apoyar a Israel están recibiendo dinero de Israel, las personas de nuestro gobierno que están sancionando a las instituciones médicas chinas están recibiendo millones de dólares en sobornos de una industria médica con ánimo de lucro que gana miles de millones de dólares tratando, pero no curando, la diabetes.
La insulina, al igual que todos los medicamentos bajo el capitalismo, es una mercancía que se compra y vende con fines de lucro. Hasta hace poco, las empresas de salud cobraban por el tratamiento con insulina hasta un 3.000% por sobre los costos. Un frasco de insulina, que cuesta alrededor de 10 dólares estadounidenses fabricarlo, se vendía por unos 300 en el mercado farmacéutico.
La gente literalmente estaba muriendo porque no podían permitirse comprar suficiente insulina e intentaban racionar lo poco que podían permitirse. Esto no tiene sentido si tu objetivo es maximizar el bienestar humano, pero tiene mucho sentido si tu objetivo es maximizar las ganancias.
La industria farmacéutica gasta la mayor cantidad de dinero en hacer lobby ante el Congreso, más que cualquier otra industria por mucho. En otros países, pagar a un miembro del gobierno para cambiar la ley a tu favor se llama soborno y es ilegal. En Estados Unidos, se llama lobby, y hay reglas y regulaciones que te dicen exactamente cómo hacerlo. El costo de la hostilidad de Estados Unidos hacia China no es solo que nuestros políticos nos estén arrastrando hacia una guerra de proporciones increíblemente catastróficas. También es el costo de todo lo que perdemos cuando elegimos una política de confrontación implacable y desvinculación en lugar de una cooperación mutuamente beneficiosa. En lugar de sancionar a los científicos chinos, podríamos estar desarrollando curas para la diabetes y el cáncer juntos.
En lugar de infundir miedo sobre el uso de trenes chinos en Estados Unidos, China podría ayudarnos a construir trenes de alta velocidad en todo el país, dado que tienen el sistema de trenes de alta velocidad más avanzado del mundo.
En esta era altamente tecnológica, cuando podríamos unirnos como planeta para aplicar la ciencia y la tecnología y hacer que la enfermedad, la pobreza, el sufrimiento y la guerra sean cosas del pasado, lo mejor que nuestros políticos y el sistema capitalista pueden idear es…guerra con China.