En el año 44 a.C., Julio César, el formidable líder de Roma, se encontraba en el apogeo de su poder. Después de vencer a sus adversarios y proclamarse dictador perpetuo, su autoridad incontestable comenzó a inquietar a la nobleza romana.
El 15 de Marzo de ese año marcaron un punto de inflexión: César fue brutalmente asesinado por un grupo de senadores, entre ellos Marco Junio Bruto, un hombre a quien César había considerado un amigo leal. Este acto de traición sacudió los cimientos de Roma y resonó en la historia.
Durante el ataque, se cree que César, al ver a Bruto entre los conspiradores, pronunció la inmortal frase “¿Et tu, Brute?”, revelando su asombro y dolor ante la traición de alguien a quien había honrado y confiado. La puñalada de Bruto no solo fue física, sino también emocional, marcando el fin de una era y el comienzo de un legado que perdura hasta nuestros días.
Así, los traidores han marcado la Historia generalmente para mal. El traidor siempre se pone del lado del bandido o del opresor, pocas veces al lado de los débiles o humillados. Traidores en nuestra historia abundan; el guatón Romo, la Flaca Alejandra o el Fanta por nombrar a los siniestros. O Pinochet que la noche anterior al Golpe juraba lealtad a Allende y a la Constitucionalidad.
Para no irnos por las ramas, veamos los últimos traidores que marcaron la Agenda de la Semana pasada; Walker y Rincón, los senadores que bien hacen mérito al nombre de Amarillos le han clavado la daga a sus electores (no los eligieron para que se vayan a la Derecha) y traicionaron a sus correligionarios históricos que gracias a su apoyo hoy están en el poder.
En el acuerdo traicionado: Se había decidido que el cargo de Presidente de la Comisión de Hacienda, debía ser dejado por Ricardo Lagos Weber (PPD) y dar paso a un DC, que al momento de sellar el trato era la senadora hasta ese entonces militante DC, Ximena Rincón. Rncón se prestó para la maquinación elaborada mucho antes, e intentó hacer valer lo acordado hace dos años, a pesar de ahora ser parte de Demócratas. Reclamó su derecho al cupo, argumentando que el acuerdo inicial fue específicamente otorgado a ella. Advirtió que la no entrega de este puesto resultaría en la ruptura del acuerdo. Ese era el ardid planificado.
El senador y primer vicepresidente de la DC, Francisco Huenchumilla, aclaró que los cupos eran por partidos, no por personas, – en este caso la Democracia Cristiana- por lo que no correspondía que Ximena Rincón asumiera en la Comisión. Ellos, la derecha y sus nuevos aliados sabían que ese era el acuerdo y que la DC y el oficialismo lo harían valer. De ahí que usaron el pretexto para decir que al no aceptar a Rincón en la comisión de Hacienda, se estaba rompiendo el pacto.
Yasna Provoste senadora DC fue quien bautizó a Demócratas como “la nueva derecha”. “La decisión de esta nueva derecha de desconocer los acuerdos es una situación compleja para la democracia y daña sin duda las confianzas, por tanto, el camino de recomponer aquello será un camino largo”.
Un Golpe al Gobierno, que en sus dos años que le quedan deberá enfrentarse a la Derecha, la Nueva derecha, quienes están jugados a que nada resulte así sea los Chilenos necesiten de cambios que les mejoren sus vidas y que será imposible con los representantes de isapres y Afps en el poder.
La Nueva alianza Derecha – Amarillos se frota las manos, advierten nuevos tiempos donde pondrán a un nuevo “Hermosilla” como bisagra a sus políticas de los acuerdos. La fórmula que les permitió sortear a la justicia y gozar de plena impunidad desde el fin de la dictadura.

 

Sin el apoyo decidido del pueblo en la urnas, para sacar a los representantes de las corporaciones que impiden el desarrollo de Chile y avanzar a un país donde mejoren las oportunidades a los marginados, seguiremos sumergidos en un país de opulencia para unos y las mayorías expuestas a portonazos, asaltos y delincuencia que hacen su agosto en este sistema.